Mantenimiento de compresores de aire comprimido

Antes de conocer los aspectos básicos que debes conocer para realizar un correcto mantenimiento de tus sistemas de aire comprimido queremos definir brevemente a qué nos referimos, de que constan, para que se utilizan y qué tipos nos encontramos.

¿Qué es un compresor de aire comprimido?

Un compresor de aire es una máquina que aumenta la presión de aire por medio de la compresión en su interior.

¿Para qué sirve un compresor de aire?

Tal vez el uso más común es su utilización para el inflado de neumáticos, utilización de herramientas neumáticas o pistolas de pintura. En el entorno industrial, los compresores de aire se disponen en redes de aire comprimido que alimentan máquinas que realizan distintas funciones.

¿Qué tipos de compresores de aire comprimido podemos encontrar?

En función de su mecanismo podemos encontrar:

  • Turbo compresores
  • De embolo rotativo
  • De embolo oscilante o de pistón (los más utilizados por su alta producción de aire con un volumen reducido

En función de su movilidad:

  • Compresor de aire portátil: suelen ser pequeños y transportarse fácilmente y generalmente utilizados para su aplicación en herramientas neumáticas.
  • Compresor de aire estacionario: tienen una mayor capacidad y se suelen utilizar en procesos continuos que presentan una gran demanda de aire comprimido.

¿Qué componentes tiene un compresor de aire?

  • Motor: comprime el aire a través de una bomba.
  • Tanque: lugar donde se almacena el aire comprimido.
  • Manómetros: nos permiten medir la presión de aire.
  • Regulador: controla la presión y la salida de aire
  • Automático: para el encendido y apagado del equipo.
  • Cabezal: permite la compresión del aire

Para mantener correctamente tus equipos de aire comprimido es recomendable hacer chequeos de control. Estos análisis deben realizarse capturando datos a tiempo real.

¿Qué debemos tener en cuenta para controlar nuestros sistemas de aire comprimido?

  • Presión: para controlar la presión podemos instalar sensores con alarma que nos alerten.
  • Caudal: instalación de medidores de caudal y presión.
  • Humedad: instalación de purgadores automáticos (Link a post de purgadores cuando lo hagamos) para su control y limpieza.
  • Aceite: Vigilar la saturación de los filtros y la instalación de separadores de aceite. Igualmente, debemos controlar el nivel de aceite y cambiarlo habitualmente.
  • Partículas: medición de la saturación del filtro de partículas.
  • Temperatura: se debe vigilar que la temperatura se ajusta a los niveles indicados por el fabricante.
  • Fugas: es necesario revisar las fugas en el sistema, aceite o aire que puedan afectar a la presión de aire o a la durabilidad de los componentes. Igualmente, una fuga afecta directamente al consumo eléctrico.

Analizar y vigilar periódicamente estos parámetros otorgará a nuestros equipos de aire comprimido una vida útil más larga así como un funcionamiento óptimo para la realización de su actividad. Además, un compresor de aire bien conservado presenta mínimos consumos de energía, importante para el ahorro y el medio ambiente. Para ello, debemos planificar un proceso establecido para la revisión y análisis de todos los conceptos tratados que nos permitirá alargar la vida de nuestros equipos de aire comprimido y su utilización a pleno rendimiento.

Después de este post en el que resumimos los aspectos más relevantes para el mantenimiento de compresores de aire analizaremos más detalladamente cada uno de estos componentes y descubriremos nuevos trucos para alargar la vida de tus equipos de aire comprimido.

Si tenéis cualquier duda o queréis aportar valor a este contenido, desde Monzón y Gavín os escuchamos.

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